Hoy procede a sumergir a nuestros lectores al mundo del Heavy Metal Horror, ese conjunto de películas de presupuesto ajustado, una banda de jevi ochentoso y la aparición de monstruos y satanismo al calor de la música del grupo. Black Roses es una película hija de su tiempo (los ochenta). Dirigida por John Fasano, creador también de un filme similar como Rock 'n' Roll Nightmare, su trama principal se podría resumir en:
Black Roses son una popular banda de hard rock que nunca han realizado una actuación en directo (aunque en el opening se contradigan pues se trata de un concierto de la banda) y deciden iniciar su tour mundial en un pequeño pueblo llamado Mill Basin (¿dando un concierto diario durante una semana?). Su frontman, el carismático Demian, transtorna y transforma a los jóvenes locales en demonios, homicidas, esqueletos y demás criaturas convirtiendo la pacífica localidad en un lugar de pesadilla. El intrépido (y preocupado por sus alumnos) profesor de literatura inglesa trata de encauzar a su alumna favorita Julie y alejarla de esta ola del maldad y perversión.
¡Deeeeemian... hijo... de Satanáaas!
La película incluye la primera interpretación de Vincent Pastore más conocido por su papel de Salvatore "Big Pussy" Bonpensiero en los Soprano, en una célebre escena que se comentará más adelante.
La llegada de la banda alerta a la asociación de padres, que intentan detener los conciertos, aunque son engañados por una (aún más) empalagosa actuación, creyendo que Black Roses no están definitivamente relacionados con el mal y el diablo. Al marcharse estos, Black Roses se cambian de atuendo y comienza un satánico y subversivo concierto de hair metal.
Ahora soy bueno. Te marchaste pringao. Ahora no, soy demoníaco. YOHOHOHO! Let the metal begin!
El filme cuenta con otras poderosas transformaciones:
[38:36]-[38:38] self-explained
El profesor de literatura sube algunos puntos por las caras de WTF? ORLY que pone a lo largo de la película. El poder de seducción diabólica de Demian se demuestra con este discurso que caló hondo en un público extasiado coreando su nombre:
"Vosotros sois las Rosas Negras, las flores del mal. Habéis sido elegidos para esparcir vuestra semilla por el mundo. Nosotros somos uno con los que creamos y somos uno con los que matamos. Vosotros... Vosotros... Yo... Somos uno. Y debéis plantar la semilla".
Esta advertencia de un padre (Vincent Pastore) a su hijo por llevar pendiente nos retrotrae al espíritu de los ochenta y los noventa que impide a los varones llevar aros en las orejas.
"los únicos que llevan pendiente son los piratas y los maricas y no he visto ningún barco en el garaje".
En una de las escenas más delirantes de la película un hombre es devorado por su altavoz. Vincent Pastore se dispone a apagar el reproductor de vinilos que su hijo ha dejado puesto con música heavy. El disco se empieza a fundir. El altavoz empieza a gruñir de una manera extraña. Vincent grita de manera seria, ¿PERO QUÉ COÑOOO?, el cual de algún modo me hizo recordar al Oh my Goood de Troll 2. Un extraño velocirraptor-araña sale del altavoz, pelea ferozmente con el hombre y acaba engullendo su cabeza. Vincent es arrastrado y devorado por el altavoz.
La película, como buena representante del terror de serie B ochentero, incluye su numerosos planos de pechámenes gratuitos a lo largo de la película. Entre ellos sobresalen los de una chica que, delante de su espejo y de una fotografía de Demian, se toca brevemente los pezones, en lo que parece una preparación para el asesinato de su padre unos instantes más tarde.
¡Qué mejor manera de retratar un mundo donde todo valor está perdido, donde la inmoralidad reina sobre las calles, en el que el pecado motiva nuestros actos que con un muñequito de Batman quemándose en la chimenea!
El final incluye la pelea final entre el profesor y Demian con éste último transformándose en su verdadero Yo diabólico.
You want me to be the devil. Then the devil I will be WARRRGH
En definitiva, esta película no alcanzó los estándares de diversión de serie Z que esperaba. Las escenas de transformaciones son impagables, pero no hay tantas. Los interludios entre ellas son muy aburridos, dado que la aparentemente graciosa idea de que el metal nos convierte en esqueletos, demonios e hijos descastados no consigue inyectar interés a las partes sin acción bizarra de la película. Se agradece, sin embargo, que sea corta, y que la banda sonora de la película sea satisfactoria.
Parece visualmente impactante. Además, simplemente me conformo con que fuera más entretenida que Rock 'n' Roll Nightmare
ResponderEliminarNo es entretenida. Todo el "in between" es muy tedioso.
ResponderEliminarLa transformación de Julie es digna de un Leviatán.
ResponderEliminarPor favor, tu comentario me aturde. ¿Estamos obviando el encanto de lo real, frente a unos efectos digitales cutres y genéricos?
ResponderEliminarObvié el "Cómo", pero el en el "Qué" siguen siendo más que comparables.
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