En un mundo ideal, una buena frase para entrar a alguien y romper el hielo podría ser ¿Está usted familiarizado/a con la turkploitation? Yo tengo que reconocer que hasta ahora era neófito en esta expresión artística. Cuando uno cree contemplar el abismo con la exploitation italiana de los grandes éxitos del cine de terror y ciencia ficción, se equivoca. Más allá está lo grotesco, lo excesivo, lo innombrable: El cine de plagios turco. Pues la película que vamos a pseudo-criticar en esta entrada se trata ni más ni menos que de la exploitation turca de Star Wars, Dünyayi kurtaran adam. El hombre que salva al mundo sería su traducción directa, aunque es popularmente conocida como Turkish Star Wars. Simplemente y por aligerar adjetivos calificativos,
el ejercicio cinematográfico más bizarro que he podido ver en mi existencia. Una medida del frikismo que llevamos cada uno dentro. Artes marciales turcas basadas en el salto de cama elástica y efectos especiales basados en robar metraje al ataque a la estrella de la muerte (¿el primer screener de la historia?). Usar en cada pelea la banda sonora de Indiana Jones. La parte de metraje robado de la Guerra de la Galaxias es la más críptica y compleja de descifrar su significado en la historia. Hay que hilar muy fino, así que no la tocaremos demasiado. Además no contenta con ello, la película roba la banda sonora de la serie antigua de Battlestar Galactica. Casi ná.