viernes, 30 de diciembre de 2011

Reseña: Aberration (1997)



Aberration dista mucho de ser una aberración. Filmada en 1997 en Nueva Zelanda, esta producción, que tiene un aroma ciertamente añejo más propia de películas de terror de finales de los ochenta, incluye a la actriz Pamela Gidley (a la que nosotros conocimos interpretando un papel secundario en Highway to Hell) interpretando a una chica que debe ser la encarnación de la monería noventera, con ese pelo teñido a medias entre rosa y rubio decolorado y ese simpático gatito como mascota. Las premisas de Aberration son simples. Amy es una misteriosa joven que se retira con su gatito a la cabaña de la familia en un paraje perdido en la montaña.  Chica de ciudad, adecentará el abandonado chamizo en la medida de lo posible, siendo a la vez testigo de inquietantes indicios de algún tipo de alimaña, que acaban culminando en la muerte del gatito. En sus múltiples visitas a la tienda de ferretería (y de todo) del pueblo, conocerá a Marshall (interpretado por Simon Bossell), un biólogo que hace trabajo de campo estudiando la fauna local y que no deja de mosconearla. Ambos quedarán atrapados en la cabaña en medio de un temporal de nieve, y juntos se enfrentarán a los geckos mutantes asesinos que amenazan su tranquilidad y su propia existencia.







En efecto, monería noventera all the way.


A medida que avanza la película desfilan 3 personajes secundarios más (a la par que se descubre por qué Amy no es trigo limpio), pero se hace patente que los que jugarán a un juego de supervivencia extrema con esos pequeños reptiles demoníacos serán ella y el científico.






You've dissapointed me so much





En el sprint final, Marshall, poniéndose a la altura de las circunstancias, se vuelve un maníaco badass, dejando algunas frases para el recuerdo y es el que se enfrentará a la oleada final de reptiles, obteniendo el protagonismo principal que le cede Amy. La película es breve, no tiene ningún desnudo (será cosa de la ambientación invernal) pero la metodología de ataque de las lagartijas sí deja el tono gore necesario para sostener la acción junto a algunas explosiones.


Así es el gore de lagartijas.

Los geckos: Aberraciones mutantes surgidas seguramente de un pozo de material radioactivo, tienen dientes, escupen saliva ácida y (cómo no) aprenden muy deprisa. From zero to near human in 20 minutes.  Se reproducen como si no hubiera un mañana y acaban teniendo hasta la capacidad de comunicación casi verbal. Las explicaciones de su origen están desaparecidas en combate. El argumento es para débiles. Eso sí, no dejan de ser lagartijas un poco grandes, aunque capaces de auténticos trabajitos gore en unos pocos instantes. ¿Ridículas? ¿Fascinantes? Ese juicio lo dejamos para los lectores del blog.



Lagartijus Magnificus Asesinus


La música resulta sorprendente para el tipo de película que es Aberration, incorporando una banda sonora con algunos éxitos del pop-rock noventero como Walk this World, de Heather Nova. Anticuada por los efectos para los reptiles, que son muñecos/marionetas un poco revenidos, es una película de monstruos perfecta para ver un domingo por la tarde.


Fichas de la Película:


Puntuación:

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