Subtítulos. All's 'bout subtitles. Si es que cuando no se puede no se puede. Haciendo un pequeño repaso a las series de animación infantiles de los ochenta que vi y las que no llegué a ver (Transformers, El Rey Arturo y los Caballeros de la Justicia [EPIC!], Thundercats, Silverhawks, El príncipe Valiente...) reparé por casualidad en una serie moderna (2007) de nuestro país vecino basada en unas viñetas fundamentales para el cómic europeo del siglo XX. ¿La respuesta francesa a Doctor Who? Le Docteur Qui? ¿Influencial en Star Wars? Podíamos tener algo entre manos.
Una portada más pulpy y molona del cómic original.
Los cómics de Valérian et Laureline, que nacieron a finales de los 60, son unos de los primeros ejemplos del poder de influencia whoviano. En la línea de Doctor Who, en las viñetas guionizadas por Pierre Christin y dibujadas por Jean-Claude Mézières se exploran viajes espaciales temporales, de una manera muy ligera. Ligera como el pedo de una lagartija. Es incluso posible ver fertilización cruzada al parecerse algo la última companion de la serie británica, Amy Pond, a la protagonista del cómic francés. En cualquier caso, las aventuras de Valérian y Laureline han tenido un impacto por sí mismas muy importante en la ciencia ficción, sobretodo el cacareado copieteo conceptual y estilístico en Star Wars que George Lucas siempre ha negado. ¡No pasa nada George, hay otras referencias más claras que ese parecido con el Halcón Milenario! Luc Besson, un amante estos cómics, contrató al dibujante para que creara diseños de El Quinto Elemento, y en la actualidad también ha salido la noticia de que en su lista de proyectos figura una adaptación al cine de la historia.
El caso es que nosotros podríamos hablar de lo que conocemos, que es la serie de dibujos, Valérian et Laureline (Time Jam: Valerian & Laureline en países anglosajones). ¡Pero no tienen subtítulos! Dos conceptos colisionan: "mi francés es rústico" vs "los dibujos animados son siempre fáciles de entender". Y en el capítulo inicial gana de largo el primer concepto... En el segundo es más bien al revés. Y en el tercero pues más de lo mismo. Es una pena chocar con la cruda realidad de que entender bien los diálogos cuenta de cara a disfrutar una serie. Vaya tontería pensar de otra manera.
La pareja en cuestión.
Emitida por Canal+ fueron contratados los servicios de los japoneses para proporcionar una animación de tipo manga a la serie en sus 40 episodios. No es extremadamente ambiciosa, de trazos bastante convencionales, pero para los aliens consiguen un colorido interesante. De nuevo la figura de la animación 3D para sustituir a la animación tradicional en segmentos específicos está presente como pequeño (pero inevitable en estos tiempos) incordio.
El malo del pasado.
Respecto a las fuentes, sin haber leído el cómic no puedo asegurar la calidad de la adaptación, pero en ambos casos los protagonistas parecen más o menos lo mismo: héroes desenfadados que viven épicas aventuras sin dar demasiada importancia a los problemas. Valérian es el típico héroe bravucón y chulito que no tiene abuela como se suele decir, mientras que Laureline es una juglar del medievo alegre, inteligente y vital con mucho "savoir faire", pues se desenvuelve a la perfección en las situaciones que se le presentan para haber sufrido un adelanto de 1500 años de golpe. En los cómics originales destacaba por estar sexualizada de una manera mucho más positiva que el estándar de aquellos tiempos. A estas alturas pues las cosas como son, poco de lo que pasa en la serie nos sorprende. Sí, es ciencia ficción no muy inspirada desde un punto de vista de un ojo clínico anclado en la contemporaneidad. Defecto de la serie, pero sobretodo es que nos encontramos con una historia bastante antigua cuyo cómic ha influenciado casi tanto como referencias ha mamado.
Laureline escapando de los sicarios genéricos.
En el primer capítulo se cuenta cómo Valérian, un agente espacio-temporal del lejano futuro viaja a la Francia (Normandía) medieval en un viaje de investigación sociológico-científico (¿Arqueología temporal?), con las órdenes de no tocar nada y no influir, para no crear más paradojas temporales de la cuenta. Allí conocerá a Laureline, una juglar pelirroja, y juntos montan un buen lío de esos que se supone que no deberían haber hecho, pues al volver al futuro se encuentran con que la Tierra ha desaparecido. En el siguiente capítulo visitan la capital de la galaxia, intentando conocer más sobre lo qué deparó a su planeta natal.
Un oso hormiguero taxista.
En definitiva, un producto europeo de ciencia ficción interesante para los jóvenes de la casa y superior en entrañabilidad, encanto y otros múltiples aspectos (también algo más adulta) a otras series de aventuras de hoy en día tipo Gormiti, Galactik Football (por poner una francesa), o Ben 10enes. Tiene además el valor de codificador histórico de muchos clichés y convenciones de la "space opera" (no aceptes sustitutivos: quédate con los originales). Lástima que los "infantes" tengan que pilotar el francés para entenderla... Es una buena excusa para ello, en cualquier caso. Cuando colguéis subtítulos a lo mejor la sigo viendo, franchutes.
Pero, peroperopero...¿¡una serie francesa entretenida, y yo sin enterarme!? Siempre me sorprendió un poco la querencia que tienen los franceses por el estilo manga, ahí está Wakfu sin ir más lejos. En mi caso, tendré que hacer de tripas corazón y verla sin subtítulos, o los seis años de francés que acabo de finiquitar se perderán como lágrimas en la lluvia. Por libros no queda, pero es muy difícil que esta gente saque series o películas regularmente que puedan interesarme (hm..a unos subtitulillos en gabacho tampoco le haría ascos).
ResponderEliminarA mí "Un Indio en París" siempre me hizo mucha gracia ;___D
EliminarPues me parece mucho más visible que la mayor parte de series infantiles actuales de "aventuras". Y a pesar de que estará bastante procedimentalizada en aventuras de capítulo a lo largo del espacio tiempo "predigo" que no creo que vaya a decepcionar demasiado el arco largo.
Las series de TV para niños están muertas de forma general. La única forma que tienen de darla vida es plagarlas de elementos adultos. Es que rara vez que pongo la tele, toda vez que la serie es de dibujo horrible y sin historia. Todo es una puta panda de putos muñecos horribles moviendo los brazos y balbuceando. Da asco. *hater mode off*
EliminarDe esta... parece interesante por lo que cuentas, del breve cachito que vi saqué la conclusión de que con mi francés de instituto todavía sigo entendiendo "cosos". Así que me resultó grato. Y que sí, muy starwaresco, la verdad.
Echas en falta la entrañabilidad infantil de las series. Afirmar que no existe en vez de que tú ya no la sepas encontrar es un ejercicio de subjetividad suprema ;) Sin embargo, es vox populi que los tiempos cambian y casi siempre van a peor.
EliminarTío, no es entrañabilidad, simplemente no me compares series en plan Guardianes de la Galaxia o la del Rey Arturo, con su tramita y demás con, con,... con Bob Esponja. Joder, en Bob Esponja no hay historia, sólo diálogos chorras y monigotes haciendo el gilipollas. Y eso que Bob es de las buenas, de las malas ya ni te hablo.
EliminarMira, deja de hacer de abogado del diablo.
ResponderEliminarhttp://24.media.tumblr.com/tumblr_m6jxwhkcTS1rsnyvno1_500.jpg
Si tuvieras que elegir de qué serie va a salir un niño con trastornos psicosociales de esas dos de arriba, dime con cuál sería. Tic toc.
Da que pensar, la cosa. Veo a menudo los canales infantiles (y de paso, me he enganchado a Fanboy y Chumchum y Los pingüinos de Madagascar. Agh) y no sé hasta qué punto la mayoría de series no tienen gracia por ser malas, o porque directamente, ya no soy el público objetivo: Ben 10 y sus sucedáneos me da igual, aunque igual los adultos del mañana hablan de ella con la misma nostalgia que tenemos hoy de los Thundercats o Dragones y Mazmorras. Otras cosillas ya me parecen más orientadas a la venta de juguetes, como Gormiti o Monster High. Y Bob Esponaja o Hora de aventuras...por mucho que se pongan, los disfrutamos más los mayores que los críos. En concreto, esta última. Es que tiene pingüinos. Y un Lich. Eso es difícil de superar.
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