viernes, 31 de diciembre de 2010

Destripe: Robot Ninja (1989)


Mark Millar, el creador de Kick-Ass, bien pudo inspirarse en esta triste producción de serie B de los 80 para su célebre cómic. La película tratada retrata la historia de Leonard Miller, un joven dibujante de cómics que decide transformarse en su creación literaria para combatir el mal que lo rodea, sin embargo, al carecer de ninguna habilidad especial, recibe palizas de forma constante. Leonard es además un artista decepcionado por la adaptación de su obra a la gran pantalla, dado su escasa fidelidad al original. Esta película es un descarnado alegato al consumo de drogas por parte de la juventud.


Tras la presentación de la feliz pareja de Susan y Jon en el restaurante, Susan agradece la invitación a su novio con un “Gracias por la cena”, a lo cual el ansioso Jon responde con un claro y directo “y ahora, a por el postre”. Tranquilo pichabrava, que esta noche vas a tener sexo para dar y tomar.



Buen postre vais a tener, pichoncitos.


A continuación, mientras Susan espera a que Jon acerque el coche, ésta es secuestrada al interior de una furgoneta negra por unos individuos desconocidos. Jon desesperado agita sus brazos frente a la furgoneta huyendo; “¡Yo también quiero FOLLAR!” parece estar pensando Jon. Los secuestradores, en un alarde de compasión infinita acercan el vehículo a Jon y éste es introducido igualmente en la furgoneta del Amor “The Love Van”. Viva la igualdad. Éste es el momento de presentar a nuestro trío calaveras: capitaneado por la carismática Gody Sanchez y su partenaire Buddy Revelle, asistidos en todo momento por su chofer particular Sculley.



Buddy Revelle, Gody Sanchez y Sculley.

Esta película es un canto a favor de la igualdad de géneros, comenzando la acción con una doble violación unisex en el interior de la camioneta, en la que Buddy y Gody fríamente se zumban respectivamente a Susan y Jon. Viva la igualdad de nuevo.

A lo que Buddy finaliza con un expresivo: “Así es como se hace, ¿eh nena?”

Leonard Miller, alias Lenny, vislumbra en mitad de la noche la furgoneta detenida en medio de un descampado, situación relativamente sospechosa, pero inmediatamente desde el interior de su coche y de manera inexplicable ya descubre que se trata de una agresión, por lo que alerta a la policía a través de una especie de walkie-talkie futurista. Enseguida ambos acosadores se dan por aludidos al ver el automóvil de Leonard detenido tras el suyo y detienen el frenesí desbocado al que estaban sometiendo a su recién secuestrada parejita.

“A mí me gusta mirar, así que seguid a lo vuestro” ^_^

Tras esto se sucede la espectacular pelea entre Leonard Miller y los dos violadores, Gody Sanchez y Buddy, la cual es la causa inicial de la conversión de nuestro modélico dibujante en la reencarnación del mal sobre la Tierra, el Robot Ninja.

De esta pelea es destacable la muerte de Susan, esta chica es el epítome del “Caéte 7 veces y te levantarás 8” (seguro que en la versión extendida en DVD están el resto de recaídas de la chica). No quiero imaginarme el calibre del arma empleada por Gody para abrirle semejante boquete de salida en la jeta a la pobre Susan.
¡Paiong! ¡Paiong!

También sobresale la muerte y post-muerte de Jon a manos de Buddy, en la que éste le asesta no menos de 4 puñaladas 6 tiros y 2 patadas en menos de 20 segundos al pobre Jon. Éste es primer momento en el que el realizador hace uso de su recurso fílmico más personal, denominado por un servidor como “tiempo-cuchilla”, a imagen y semejanza del archiconocido “tiempo-bala” de nuestro idolatrado Uwe Boll. En este recurso el director hace avanzar la cámara junto con un instrumento afilado, siguiendo el avance de éste hacia su destino, generalmente carne fresca, creando en el espectador una sensación de indescriptible angustia existencial.


Knife-Time al cuello.

Finalmente Lenny es abandonado malherido en el descampado mientras nuestros antihéroes huyen ante la primera llegada del ubicuo y omnipresente oficial Hickox. Rescatado Lenny, su amigo y doctor Hubert Goodknight (nosotros le denominaremos simplemente Doc de aquí en adelante) va a recogerle al hospital. Tras las súplicas de joven, Doc accede a diseñarle un traje para disfrazarse de Robot-Ninja. Así que Doc se pone manos a la obra ¿y qué mejor sitio para comenzar a diseñar el traje de un superhéroe robotizado que un supermercado de herramientas?. Así pues cual amo de casa ejemplar, comienza a llenar la cestita de la compra de cinta aislante, serruchos, clavos y demás cachivaches.

Doc: ¡La cestita de la compra!
Dependiente: “¿Ein?”
Doc: “Ya ves tú , que me acabo de ver un capi de Bricomanía y me he puesto trocotrón”

Doc diseña el traje, Lenny por la noche se hace una tanda de abdominales y flexiones y ya está preparado para salvar al mundo. Y de pronto se ve a Doc junto a una lata de 7up y un vaso de bebida de Pizza Hut en primer plano encima de la mesa. Dos refrescos en una misma mesa. ¿Qué pretendíais? ¿Qué los niños cuando nacen vengan con una peli de serie B debajo del brazo? Incluso estas cutreces cuestan dinero y he aquí de dónde provino la financiación.

"Antes tomaba refrescos del Mercadona, pero no me dieron un duro para la peli"


Ahora viene el punto trágico de la película que todos nos temíamos. Doc obsequia a Lenny con el traje de Robot-Ninja y sí señores, en el momento en el que Doc se va a acostar, ese chiste que pensábamos que no podía incluirse en el guión termina apareciendo.
[Lenny]: -“¡Buenas noches Goodknight!”
[Doc]: -“Muy gracioso”

Una vez despedido Doc, Lenny descubre una siniestra cajita blanca colgada de la pared del garaje de Doc. Es el inicio de la catarsis del personaje de Lenny, dando rienda suelta a su alter ego “El Robot-Yonki”, tras descubrir aspirinas y otras “drojas duras” en el botiquín de Doc y zampárselas sin mirar el prospecto. Tienen pinta de estar caducadas Lenny, y si algo he aprendido de R.O.T.O.R. es que nunca te debes fiar de un gordo bigotudo ochentero.

¡Subidón! ¡SubidóOóooN!

Lenny tras la ingesta de su primera dosis de tripis, se decide a realizar su primera guardia nocturna como “Robot-Yonki”. En su primera salida termina casualmente encontrándose con sus archinémesis, que están asaltando un videoclub. Sculley, el tonto de la pandilla, intenta demostrar que no es gay y que también sabe usar la picha intentando asaltar a una joven cuyo coche está por allí aparcado, pero Buddy pronto se la arrebata de las manos. Se desata de nuevo una violenta lucha, en la que se pone de nuevo de manifiesto el conocido tiempo-cuchilla, esta vez en las afilados filos instalados en los antebrazos del traje de Robot Yonki. Buddy es asesinado por Lenny en un alarde de violencia desmedida. La reyerta se disipa ante la llegada de la pasma, personificada en la persona del oficial Hickox.

Knife-Time al pecho y Knife-Time a los ojos (¡¡a los ojos, Bubú, a los ojos!!)


Lenny vuelve a casa, y Doc le echa la peta por sus malas artes, ante lo cual a nuestro héroe particular no se le ocurre otra cosa que seguir la vieja teoría del Pastis&Buenri y volver por la noche a salir de caza. En esa misma salida se vuelve a encontrar con Gody y compañía, los cuales le tienen preparado una paliza skin al pobre ninja. Tras algún empleo adicional del consabido “knife-time” por parte de Leonard y más descuartizamientos, Robot-Yonki es salvajemente apuñalado por Gody y sus esbirros, ensañándose especialmente en uno de sus muslos y en su muñeca. De nuevo se detiene la matanza. ¿Quién aparece? El oficial Hickox..


¡Te has llevado mi Viceroy!

Leonard regresa a la vivienda de Doc con la cara hecha un cristo y en un estado realmente comatoso, pero Goodknight no está, así que, ante la ausencia de especialistas cualificados, decide jugar por sí mismo a los médicos. En su antebrazo dañado se inserta un gancho de metal junto con un tubito de plástico y un poco de cinta aislante, mientras escupe sangre sobre su herida. Este chico se tomó muy en serio aquello de que la saliva tiene cierto efecto coagulante. Por otra parte en la pierna, como si tal cosa, se encasqueta una plancha metálica sobre la herida abierta. Los espectadores nos quedamos atónitos ante tal alarde de resistencia al dolor. ¡Las drogas nos ayudan a aguantar!. Así pues, como no podía ser de otra manera Leonard le mete otro meneo al bote de pastillas, antes de volver reptando a su casa.

Recomposición del brazo a lo Luke Skywalker y chapita suturadora

A la mañana siguiente Doc vuelve a su dulce hogar, y los restos de la pandilla de Gody le hacen una visita, y éstos, tomándole por el Robot-Ninja, le dan cera de la buena. Cuando se percatan de que ese gordinflón bonachón no puede tratarse del Robot-Ninja, le intentan sonsacar la verdadera identidad de éste, pero Doc permanece fiel a su amigo. Gody se le carga introduciéndole el revólver en la cuenca ocular derecha, pero antes de ello (sin que lo muestren las cámaras) decide afeitarle ese bigote de oso tan horrendo que lleva, puesto que en el fotograma se puede observar nitídamente la ausencia total de vello facial del agredido. Es de reseñar por cierto que Gody recita el chiste de Leonard de nuevo mientras se carga a Doc, con un sincero: “Buenas noches Goodknight, nadie jode a Gody Sanchez”.


Antes y después. Aquí hay minino encerrado.

Al rato Leonard acude a casa de Doc, pero se encuentra con la carnicería, a Doc ahorcado colgando de una cuerda y una notita en su barriga escrita por Gody citándole en el depósito de chatarra. Leonard se pira, y al rato vuelve a aparecer en escena... ¡el oficial Hickox!, personándose él también en casa de Doc y descubriendo la escabechina. El esperado éxtasis final en el depósito se sucede. Leonard acaba con Sculley con el último “knife-time” del filme. Tras ello Gody se enfrenta a Leonard, que ya no se tiene en pie, Lenny es derribado y en el momento de apuñalarlo, Gody tiene que huir de escena ante la llegada de la pasma y, ¿cómo no?, de nuestro oficial Hickox. Éste demuestra que el guionista le había otorgado un papel central en la trama, puesto que es el encargado de derribar sin compasión a Gody con un disparo por la espalda cuando ésta huye.


Knife-Time a la frente.

Robot-Yonki consigue retornar a su hogar, donde sin más dilación se suicida con un disparo en la sien. El oficial Hickox llega minutos después para dar fe de ello.

Hora de morir, lechón.

El epílogo de la película resulta en el éxito póstumo (como no podía ser de otra manera) de la obra de Leonard, convirtiéndose sus cómics en un auténtico superventas. Tras el visionado de la película, la opinión de un servidor es expresada por la siguiente frase extraída del propio metraje:
"Por lo que a mí respecta Leonard Miller puede sorber mierda de oveja por una pajita"
Puntuación:

Fichas de la película:

4 comentarios:

  1. ¿Para cuándo una sesión de falsos supérheroes con Kick Ass, Defendor Super y ésta?

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  2. Como mínimo para cuando se pueda bajar un rip de Super que no esté corrupto.

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  3. This looks like a blast! Great review. The cover rocks.

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