Estamos en el futuro, en el lejano año de 1994. Una sociedad distópica, donde la gente no debe vivir con órganos alquilados, ni tampoco convive con androides altamente humanos. Tampoco es un futuro en el que los policías puedan ver los crímenes antes de producirse. Aquí la situación es que una malvada corporación (BIM) domina el mundo organizando concursos de Mundovisión (la globalización de Eurovisión es imparable), e instaurando un código por el cual todo el mundo debe ir vestido más gay que el anterior y bailar ridículamente. Glups... Estas son las premisas de The Apple, un musical futurista de 1980 dirigido por Menahem Golam, obra de culto en ciertos círculos, y que retrata una estética especial.
Cada acólito de BIM que se precie debe llevar una pegatina triangular brillante en algún lugar de la cara. Es como lo de ponerse la pegatina que vienen con las manzanas (Ahhhh, fascinante ironía), sólo que triangular y más gay. La Manzana, es sin duda en el Olimpo de los Excesos. Las canciones son bastante ridículas, las actuaciones pobres y sin duda el guión es delirante, pero no deja de ser un musical, por lo que, quitando el nivel en cuanto a canciones se lo podemos perdonar tranquilamente. El vestuario es el rey de la Fiesta aquí. Unos trajes y vestidos uber-gays nos inyectan un enorme colorido a cada número musical.
El señor Boogalow es la amanerada figura corruptora, líder de BIM, que jugará a pervertir a los dos protagonistas, Alfie y Bibi, que participan en el concurso BIM de Mundovisión con una canción moñas en la que prevalece el amor. Mediante oscuras tretas Boogalow impide su victoria, pero la pareja es invitada a la Fiesta BIM en la que Bibi es seducida por Dandi, la mitad del dúo ganador de Mundovisión (Dandi y Pandi). Alfie tiene la visión más psicódelica posible cuando van a firmar el contrato en la Sede BIM, en la que aparece la temática bíblica, el infierno, el demonio (Boogalow, con un único cuerno), la manzana, Adán y Eva, bailes oligofrénicos, ewoks con el pecho afeitado y pantalones de cuero (Perturbador, muy perturbador) y actores con dos caras.
Taste it, taste it, taste it! Bibi prueba la manzana.
Pandi y Bibi.
A partir de allí, los caminos de Alfie y Bibi se separan, pues uno rechaza la vida BIM, mientras que la segunda abraza el camino del éxito, el exceso, la purpurina y el triángulo en la cara.
Pasado un tiempo el mundo ha cambiado, y para bien o para mal, el BIM ha aumentado su control sobre la población. Bibi se ha convertido en la estrella BIM del momento. Alfie desamparado, ahora vive de alquiler con su casera, una señorona con pinta de mendiga, mientras intenta componer una canción que le devuelva de lleno al éxito mainstream.
Shake (con su correspondiente triángulo BIM).
El triángulo BIM ahora es obligatorio y ha sido instaurada la hora BIM, en el que todo el mundo debe detenerse de sus trabajos y quereceres y bailar de manera muy hortera. La coreografía de la hora BIM es seguramente uno de los momentos clímax de la película, de lo distópicamente tronchante que es. Es una de las cosas que seguramente no podrás olvidar en tu vida, aunque lo desearas con todas tus fuerzas. Sin más dilación, procedemos a exhibir GIFs animados del momento. Con ustedes, el toque de queda más guay de la historia: La hora BIM.
Los pelos absolutamente como escarpias, mis queridos lectores.
Alfie se encuentra con Bibi, y ésta le reconoce, pero las Fuerzas de BIM mantienen alejado a Alfie (ahora un paria) de su amada a base de violencia. Los gorilas de BIM le dejan hecho un cristo. Alfie consigue que Bibi se ponga moñas y le entre la añoranza y se siembre la duda en su carrera de cantante BIM. Con renovado aliento, Alfie intenta volver a encontrarse con Bibi y liberarla de su contrato, esta vez en una fiesta fetichista montada por Shake (el uber-amanerado segundo de a bordo de Mr. Boogalow) en el apartamento. Después de que un grupo de drags le echen unas cuantas fichas, Pandi le invita a una copa. Obviamente, una estratagema para drogarle y poco menos que violarle.
Todo esto mientras se canta, Coming, una canción sobre orgasmos. La coreografía consiste en bailarines semidesnudos haciendo números de gimnasia encima de la cama. Al final de la canción, Alfie, todavía drogado hasta las trancas, consigue escapar de las garras de Pandi. Encuentra a Bibi con Dandi en la cama, pero ésta le niega 2 veces. A la mañana siguiente, Alfie es despertado en un descampado por el jefe de los Hippies. Mientras, Bibi, recapacita, y, con la ayuda de Pandi, consigue escapar del apartamento BIM y marcha rauda y veloz a buscar a Alfie.
La casera le informa a Bibi de que Alfie se ha ido "a vivir con los desdichados debajo del puente". El Rey Hippy la encuentra y le lleva a sus catacumbas debajo del puente, donde Hippy Maestro empieza a cantar rodeado de muchos niños, en un tono ligeramente pedófilo, Child Of Love.
Está pasando el tiempo y Bibi y Alfie han tenido un hijo. A Alfie le ha crecido una frondosa barba. Mientras tanto, siguen cantando Child of Love.
El tiempo ha pasado, pero Bibi no se ha quitado la mierda del pelo.
La comuna es víctima de una redada BIM. Se busca a Bibi, por deber dinero a la Corporación BIM, y todos los hippies son detenidos. Alfie, en uno de los giros deux ex machina más ridículos conocidos, tranquiliza a Bibi diciendo que el señor Tops (¿¡QUIÉN COJONES ES EL SEÑOR TOPS!?) está en camino, que él sabe que lo está. Sí, el final más ridículo del cine ha llegado. Aparece un cadillac etéreo en el cielo. Se baja un hombre vestido de blanco, que como podréis podido adivinar ya es el Señor Tops (aunque sea el mismo actor que el Rey Hippie), se lleva a Bibi a Alfie, y a los hippies y se acaba la película.
El Señor Tops baja de su cadillac.
Fin.
7 Noviembre de 2011. Querido diario, no me puedo contener. Mientras revisaba la película para acabar la crítica, he sido finalmente convertido a la religión BIM, y busco conversos para ejecutar la hora BIM con stickers de manzanas en la fr...HEY, HEY, HEY, BIM'S ON THE WAY, HEY HEY HEY BIM ARE THE WAAAAAAAAAY
Fichas de la película:
Lo de que Boogalow tenga un único cuerno me resulta sumamente desconcertante. Uf. Te hace preguntarte cosas como: "¿dónde y cómo perdió el otro?"
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