martes, 25 de octubre de 2011

Reseña: Crossworlds (1997)





Crossworlds, llamada Crossworlds: Entre Dos Mundos en España, es uno de esos largometrajes de ciencia-ficción de bajo presupuesto que no conoce apenas nadie y que no están muy bien conceptuados por la crítica. Dicho esto, me podéis fustigar, porque Crossworlds me parece una película muy aprovechable para los aficionados a la fantasía. El director, Krishna Rao, no tiene más pretensiones que el puro entretenimiento, sin pretender a la historia más de lo que es (os estoy mirando Matrix e Inception).



Tras una escena inicial en flashback emplazada en un lugar tan misterioso como la Costa de Albania, se desarrolla una historia con un argumento de lo más típico: un joven desorientado que mediante una misteriosa mujer se embarca en una aventura en la que toma un papel semi-mesiánico y acaba viajando a otras realidades tras encontrar a una figura masculina que ejerce de maestro, un A.T. interpretado genialmente por un monstruo como Rutger Hauer. Algo "tan manido" que fue desarrollado posteriormente casi al pie de la letra en "Matrix", pudiendo hacer una analogía triple Neo-Trinity-Morfeo con Joe-Laura-A.T. muy evidente (pudo de hecho tener su influencia en la película de los hermanos Wachowski). El MacGuffin utilizado en la película son los elementos que permitirían abrir de manera permanente una puerta entre dimensiones: un bastón y un cristal. Y la reunión de ambos simultáneamente por unos de los bandos es el modo de avanzar la trama.

El protagonista, Joe Talbott (interpretado por Josh Charles). El típico héroe accidental que en realidad está predestinado.

A.T. (interpretado por Rutger hauer). El mentor de Joe en la historia.

Laura. La heroína de acción que introduce al protagonista en mundo fantástico.

Ferris, el villano de la historia.

Terminada la presentación de los personajes, las similaridades con Matrix que las vea el que las quiera ver.

Y aquí lo abiertamente malo, que por algo la película no llegó a alcanzar gran reconocimiento. En la estructuración de la película reside la gran lacra de Crossworlds, y es que, tras un inicio y presentación del problema solvente, la película no transcurre por donde todos querríamos (un viaje épico del protagonista a otra dimensión) y va retrasando mediante situaciones un poco repetitivas un final atropellado, dando más bien la sensación de ser una especie de prólogo para una serie de TV, o que el tiempo de metraje fijado impidió a Krishna Rao adaptar la historia de manera óptima. La falta de presupuesto condiciona enormemente a la película al mostrar como el nexo de unión entre mundos es simplemente un cañón desierto con un filtro de color diferente. Sin embargo funcionan algunas escenas individuales. Tiene algunos momentos realmente buenos que dan más sentido a la película al hacer una revisión. Por ejemplo cuando Talbot entra por primera vez al refugio taller de A.T. lo hace guiado por Laura pasando entre dos palmeras. Cuando acude por segunda vez pasa directamente por las escalerillas y en vez de entrar en el garaje se encuentra con un domicilio cualquiera. Esta manifiesta no explicación de las normas que rigen las dimensiones se deben ver como un punto positivo, al no dejar las reglas del juego tan evidentes y mascaditas como pudiera ser un caso reciente como es Inception. La escena del ascensor también es particularmente mágica, y es una pena que estos avances de los mundos interdimensionales no se confirmen más adelante en la película de una manera escalada. Este tipo de escenas nos deja con la miel en los labios. Es en cierto modo decepcionante que hasta la escena final no se pueda considerar que los protagonistas hayan viajado a un mundo en otra dimensión, cuya estética no parece particularmente fascinante, por otra parte. Tampoco llegaremos a avistar el ejército conquistador de mundos del villano (demonios, ¡sólo sale el villano y un par de sicarios de apariencia árabe!), así que todo esto resulta un poco coitus interruptus.

A pesar de lo baratitos que son los CGI de la película, éstos no entorpecen la acción. Destacar la sorpresa que supone el pequeño papel que realiza Jack Black como amigo del protagonista.

En esta película aparece Jack Black.

Crossworlds con un poco más de dinero y medios habría hecho mucho ruido.

Tiene un aire similar a la serie de Sliders, a Doorways, o a Matrix. En definitiva, Crossworlds está indicada para los aficionados a la ciencia ficción y a la fantasía, que no se echen para atrás por un tufillo a serie B importante.


Puntuación:

Fichas de la película:

2 comentarios:

  1. Bueno, misteriosa lo que se dice misteriosa... ¡siempre lo será más por ejemplo la costa de Macedonia que la de Albania!

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    1. Sé que en este caso sobrevaloro la película, pero me parece muy simpática. :)

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