domingo, 22 de abril de 2012

Reseña: Dr. Terrible's House of Horrible (Serie de TV) (2001)



No tenía el placer de haber visto anteriormente a esta serie nada del actor británico Steve Coogan. Pero sólo por ver esta Dr. Terrible's House of Horrible, me queda claro que es un cachondo y un actor cómico cojonudo y muy camaleónico. Escribe la historia e interpreta a todos los protagonistas. Esto es un vehículo de lucimiento y lo demás son tonterías.

El Doctor Horrible, este hombre bastante creepy... ¡también es Steve Coogan!


La serie tiene una premisa similar a la de Garth Marenghi's Darkplace, es decir, buscar una parodia de época del terror británico. Tiene por su puesto sus propias peculiaridades. En este caso está más dirigida a la parodia a los filmes británicos de los 60 y los 70. Durante ese periodo productoras como HAMMER Films o Amicus Productiones sacaban películas de terror gótico como churros. El propio nombre de la serie es una parodia de una película de Amicus (Dr Terror's House of Horrors). En definitiva, un periodo  fecundo para el terror. Frankestein, la Momia, El Drácula de Christopher Lee, Fu Manchú, y la saga del vampirismo lésbico de Karstein fueron algunos de los títulos de la productora británica Hammer Films, que puede presumir de haber tenido a Sir Christopher Lee en gran parte de ellas, interpretando sobretodo a villanos. La motivación no es ni más ni menos que crear en cachondos capítulos de media hora una historia que homenajee a uno de esos films. Steve Coogan es la auténtica estrella de la serie. Interpreta tanto al Dr. Terrible, el hombre que presenta las historias desde su sillón (como en Garh Marenghi's Darkplace o en Tales From The Crypt), como al protagonista principal de todos los episodios. En un impresionante muestra de talento de Coogan y de la caracterización de los encargados del maquillaje, este se metamorfosea en un personaje totalmente diferente en cada historia. La serie tiene una pretensión cómica, aunque a la postre el resultado es que el tono presente en ella no se diferencia apenas de cualquier película de época a las que homenajea, de la que uno se ríe más o menos por los mismos motivos: la exageración y lo ridículo de las situaciones y tramas. La ambientación está bastante apañada, y los episodios tienen esa atmósfera setentera tan atractiva.

Hans Brocken y su esposa, de viaje de luna de miel en Tierras de Vampiros en
"Lesbian Vampire Lover of Lust"


El primer episodio Lesbian Vampire Lovers of Lust, es una parodia bastante directa de la trilogía vampírica de Mircalla Karstein (Karmilla en el episodio) de principio de los 70, conocida por el erotismo lésbico de cada una de las películas. Es en concreto el capítulo que más me gustó.

Esos pies no son mis pies. Pero... ¿y lo bien que bailan?

En Curse of the Blood of the Lizard of Doom, en un rollo bastante Jekyll y Mr Hyde, Coogan interpreta a un científico escocés al que, para desarrollar un suero regenerativo basado en los lagartos, no le preocupa experimentar de primera mano con cobayas humanas (¡incluso con él mismo!). Un transplante de pies que convierte a un bailarín en una máquina de matar cuando duerme es la trama básica de Voodoo Feet of Death. En Frenzy of Tongs, se parodia a las pelis de Fumanchú de Christopher Lee, con un hombre enfrentándose a la mafia china. Y finalemente en Now the Fearing, tres personas encerradas en un ascensor narran sus pesadillas más vívidas.

Tobias Slater, un cazador de brujas con mucho cuento.

El capítulo en el que Coogan está más brillante en su lado cómico es para mí Scream Satan Scream. Aquí Coogan, en lo que parece una revisión de Witchfinder General, interpreta a un cazador de brujas que se aprovecha de su reputación para abusar de las mozas a las que designa como culpables de brujería. Tenemos además el bonus de ver a Simon Pegg en un pequeño papel en uno de los episodios, Curse of the Blood of the Lizard Doom, cuando no era apenas conocido.

Simon Pegg, interpretando a un paciente que sufre de fuertes quemaduras.

En definitiva: una interesante antología de relatos de terror en clave de parodia, con un camaleónico Steve Coogan al mando de las operaciones. No tiene la genialidad de Garth Marenghi's Darkplace, pero entretiene, que no es poco, en capitulillos de 30 minutos.


Puntuación:

2 comentarios:

  1. Ha sido ver la reseña y apuntármela. Darkplace me había dejado muy buen sabor de boca y no conocía más series del estilo ¡Y encima parodian a la Hammer! ¡No le falta de nada!

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    1. Jajaja, la intención de homenajear a la Hammer y similares es total y absoluta. El capítulo de las vampiras lesbianas está muy chulo.

      Un saludo.

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