Islas del Canal. Año 1944. 5 de Junio. Víspera del Día D. Un comando de dos neozelandeses ha sido enviado para sabotear un cañón pesado en una de las islas, como maniobra de distracción para el inminente desembarco aliado en las costas de Normandía. -No es una partida del "Commandos". Repito: no es una partida del "Commandos"-. Lo que no se podía imaginar esta pareja es que el búnker alemán está patas arriba debido a un plan de una división nazi secreta dedicada al ocultismo de convocar a un demonio (¡el arma secreta que les ayudaría a ganar la guerra!) mediante un grimorio. Vaya vaya, nazis invocando demonios del infierno... El capitán Ben Grogan y el coronel nazi Klaus Meyer unirán fuerzas en una improbable alianza para desterrar al engendro demoníaco mediante un contra-ritual al lugar de donde nunca debió salir.
Hay que decirlo: esta sinopsis mola.
Hay que decirlo: esta sinopsis mola.
Nuestro mini comando kiwi, en su particular "desembarquito".
The Devil's Rock es una película neozelandesa que te demuestra que cuando no tienes demasiados medios todavía puedes crear un producto interesante. Con una idea relativamente original, un lenguaje visual muy bueno y unos actores que pese a no tener mucho bagaje cumplen perfectamente en cada papel, da para un resultado potable. Las limitaciones del presupuesto se hacen particularmente patentes en el reparto: ¡Sólo hay 5 personajes! La cinematografía está cuidada, teniendo como escenario el interior de un búnker en la costa, con pasadizos muy sombríos y tenebrosos.
La demonia (una femme varou según el grimorio) en acción.
El maquillaje dedicado a la demonia demuestra también que en cuanto menos se use el CGI mejor de cara a la caracterización del personaje. Desde luego no es habitual ver interpretaciones tan sólidas como las del reparto de The Devil's Rock en producciones de tan poco presupuesto.
No es Hans Landa precisamente, pero cumple a la perfección.
Ciertamente la película no está carente de fallos. Para empezar, pese a sus sólo 86 minutos, es una película de un ritmo muy lento. Uno de hecho podría pensar si no habría resultado mejor con una duración por debajo de la hora, ya en tiempos más de mediometraje. Los efectos de sonido son a veces un poco repetitivos y pueden acabar distrayendo. El ya mencionado reducido número de actores no importa mucho a la postre según avanza la película pero en el inicio queda un poco miserable que el comando aliado esté formado por dos hombres únicamente. La historia está llevada de manera solvente y coherente por un camino bastante estándar y sin sorpresas inesperadas para un espectador instruido, aunque en este tipo de terror, la posibilidad de introducir un final con una vuelta de tuerca sorprendente puede ser innecesario y a veces en ocasiones hasta puede resultar contraproducente también.
Yo a éstas cosas, desde mi desconocimiento de la artillería alemana, siempre las llamo Big Bertha.
Tanto el Coronel alemán como el soldado neozelandés son interpretados de manera eficaz por sus respectivos actores. Además ayuda el director, con unos planos y unas ideas en la cabeza bastante profesionales y claras respectivamente. La demonia, tanto en su forma humana (Gina Valera) como con la infernal, otro tanto, también está clavada a lo que la historia pide.
Gina Varela nos ofrece un regalito de cumpleaños.
La película abraza un tono serio de manera absoluta. No hay ningún tipo de concesión a la comedia ni a lo ridículo. Este es un filme de terror sobrenatural con su pizquita de gore. Este es un camino que pueden tomar las producciones modestas, y, créanme, no es nada malo.
El ritual se realiza aquí dentro. Curiosamente esta vez el sello de protección no se trata de un pentagrama.
En definitiva una historia fantástica de terror de "época", con un argumento y una ambientación sugerentes, desarrollada con un tono totalmente serio. Sorprende con un aspecto visual notable para ser una película tan modesta así como unas interpretaciones fuera de lugar (por lo válidas que son) para una peli de serie B. Sin embargo, la película es posible que acumule demasiado metraje debido a la lentitud considerable que tarda la historia en avanzar. Muy por encima de la mayor parte de la basura que se crea en la actualidad en el cine de terror. Sorprendentemente decente. Y qué cojones: ¡Nazis + demonios + rituales satánicos! WIN
La fotografía en general y los actores pues muy chulos para una producción de este calibre, sobre todo "el nachi". El ritmo... pues quizás no era la más adecuada para mi momentum de ayer. La verdad es que tengo serias y profundas lagunas del tercio central. Peculiar.
ResponderEliminarNormal, una película lenta, la una de la mañana... le pasa a cualquiera...
EliminarComo curiosidad no llegan a estallar el cañoncete.
Coincido con la reseña: en conjunto está muy bien, pero para lo cortita que es, resulta un poco lenta (los estudios deberían plantearse el volver a los mediometrajes y si hace falta, plantarlos en sesiones dobles). Además, la falta de cualquier atisbo de comedia juega mucho en su favor para que se la tome en serio.
ResponderEliminarEn fin, recomendable, aunque sigo prefiriendo El bunker (Jason Flemyng: media vida interpretando soldados de la segunda guerra mundial. De uno u otro bando), o mismamente, White Creek: liches, nazis, y un par de hermanos en plan sobrenatural ¿qué más hace falta para ser feliz?
Me apunto esos títulos. ¡No olvidemos que Flemyng también hace de Azazel (al que se le supone alemán) en X-Men First Class!
EliminarSí, lo único que tiene de concesión a lo poco serio quizás sea la "catchphrase" esa de "War is a Bitch" que ponen en la portada de la película.
Un saludo.
La vi en Netflix, y me parecio muy buena, y coincido en que un comando de dos resulta algo pobre, pero factible para la epoca y el lugar (una isla insignificante) aunque los SAS y los comandos se movian de cuatro integrantes como unidad de combate.
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