No tenía suficiente con un Laberinto del Fauno.
Los personajes son irreconocibles...
Blablabla... BlaBlabla... Bla
Yo aquí he venido a defender que Hellboy 2 no es peor película que Hellboy 1. Y en cierto modo lo expuesto arriba es cierto de alguna manera. Guillermo del Toro cogió una película que se adaptaba más a su estilo artístico, sin estar tan encorsetado como con la primera, en la que no consigue aprovechar plenamente ese pastiche tan lovecraftiano como es la historia de los Ogdru Jahad. Pero no nos engañemos, el argumento de El Ejército Dorado no está demasiado lejos del espíritu de algunos relatos de Mignola (leed The Corpse si no me creéis). Pero sí, el reino de las elfos como tal puede parecer un spinoff de El Laberinto del Fauno (formidable película, por cierto). Al igual que en la inicial, los personajes aparecen altamente reinterpretados respecto a los cómics de Mignola, con más tendencia a la vertiente cómica. Sobretodo Liz y su relación con Hellboy resulta bastante extraña. La primera película, que es una adaptación en parte de Seeds of Destruction (las ranas de Cavendish, Rasputín y Ogdru Jahad), tiene un ritmo irregular y le falta fuerza, propio de intentar mezclar unas historias cortas de cómics unidas en una estructura de película de dos horas. En El Ejército Dorado, los guionistas (Del Toro y el propio Mignola) crean una historia que se sostiene por sí sola de manera natural durante todo el metraje. Recordemos que en Hellboy I el tronco de la historia era el tumor romántico que suponía el triángulo entre Hellboy, Liz y John Myers (este último no pintaba nada en la peli, por otra parte). Y eso no le vino nada bien.
El estilo visual de del Toro, ese que nos fascinó en El Laberinto del Fauno y en la propia Hellboy 1, brilla en la segunda parte con luz propia, al dársele luz verde para desarrollar todos los monstruos que hay dentro de su retorcida mente. Tanto los animatronics y maquillaje como los CGI (salvo con el Ejército Dorado) son excelentes. La parte en el Mercado Troll es claro ejemplo de ello (casi parece la Cantina de Star Wars). El elemental de la naturaleza, y ese precioso final que tiene en la película es muy similar al espíritu del Bosque de La Princesa Mononoke. Y para acabar lo bueno, la escena del gigante de piedra en Irlanda (similar a la de Hols, el Príncipe del Sol) mola un cojón y medio...
Es cierto que el argumento no es muy complejo, y además la temática de criaturas-de-la-naturaleza-se-vengan-contra-el-progreso-humano ha sido explorada en el cine en muchas otras películas de alguna manera u otra. Al escribir la crítica anterior al cómic de Sláine se me iluminó una bombilla, y resulta que el Rey elfo Balor es una analogía directa del Rey Balor de los fomorianos, un pueblo de dioses de la mitología céltica opuestos a los Tuatha Dé Danann, dioses más asociados al progreso humano.
Es cierto que el argumento no es muy complejo, y además la temática de criaturas-de-la-naturaleza-se-vengan-contra-el-progreso-humano ha sido explorada en el cine en muchas otras películas de alguna manera u otra. Al escribir la crítica anterior al cómic de Sláine se me iluminó una bombilla, y resulta que el Rey elfo Balor es una analogía directa del Rey Balor de los fomorianos, un pueblo de dioses de la mitología céltica opuestos a los Tuatha Dé Danann, dioses más asociados al progreso humano.
El príncipe Nuada tiene un poco cara como de elfo revenido.
Nuada, el elfo villano (interpretado por Luke Goss, un especialista de las patadas), es un auténtico flipado luchando, pero las escenas de acción están perfectamente ejecutadas aquí. Y bueno, pocos casos más aptos encontrarás para encontrar a semejante saltimbanqui luchando y haciendo el cucamonas con la lanza que el de un elfo que ha pasado miles de años perfeccionando su estilo y preparando su venganza contra la humanidad. John Hurt, aunque sólo aparezca los minutos iniciales, SIEMPRE es necesario. Esta segunda pelí tiene además el bonus de incluir el personaje de Johann Krauss, que es una auténtica pasada.
Johann no es un pedo sideral, sino una entidad ectoplasmática fiel al código de la agencia.
Como puntos negros, pues no hay demasiados. Como pequeños puntos grises, la escena de Abe y Hellboy borrachos puede parecer exagerada (muy "over the top"), pero no me parece mal como arreglo cómico casi tirando a la parodia. Otro es quizás el exceso de CGI no particularmente brillante usado en El Ejército Dorado, más reminescente de un videojuego. El broche final con la noticia de los gemelos ciertamente queda un poco tonto.
Lástima que no se pudiese rodar la escena final que tenían prevista que hubiera preparado el argumento para una posible tercera película. En ella se contaría la vuelta de Rasputín y de Kroenen.
La verdadera pega de la película es que tiene un desarrollo muy muy predecible. Tanto, que ni corto ni perezozo, Del Toro nos lo aclara aún más con una escena inicial que telegrafía la película y nos introduce escenas repetidamente como la del sangrado de Nuala para recordarnos qué va a pasar. Sin embargo esta traba no me impide disfrutar de la película.
La verdadera pega de la película es que tiene un desarrollo muy muy predecible. Tanto, que ni corto ni perezozo, Del Toro nos lo aclara aún más con una escena inicial que telegrafía la película y nos introduce escenas repetidamente como la del sangrado de Nuala para recordarnos qué va a pasar. Sin embargo esta traba no me impide disfrutar de la película.
El Ángel de la Muerte de Bethmora.
La criatura elemental.
Un padre y su tumor.
¿Cine comercial? Sí (hasta cierto punto) pero Del Toro no se vendió con esta saga en muchos aspectos como otras propuestas que rechazó Mignola. ¿Previsible? Sí, pero a pesar de ello la película es entretenida y apabulla la imaginación de Del Toro en las criaturas y el mundo que crea. La película es bella y punto. Teniendo en cuenta la avanzada edad que va alcanzando Ron Perlman y que Guillermo del Toro aparentemente tiene el proyecto con una prioridad muy baja, es complicado que lleguemos a ver Hellboy 3.
Fichas de la película:
Me gustó más que la primera, sobre todo por la ambientación, porque efectivamente, la premisa queda demasiado machacada en la introducción, dejándolo todo más que explicado (pero por otro lado, visualmente es una maravilla). Sí, es un poco difícil que una secuela con hadas venza a la anterior que tenía nazis y engendros lovecraftianos, pero esta se metía algo más en el tema del mundo férico y como el progreso les afectaba, sin quedarse tanto en el buenos-malos.
ResponderEliminarY el príncipe Nuada no es un elfo revenido, ¡¡Es el mismito Elric de Melniboné!!
All is better with nazis! Pues estas dos películas nos podrían indicar un poco como habrían ido visualmente los tiros con la adaptación de Del Toro de At The Mountains of Madness, con más presupuesto, por supuesto. Lástima de cancelación del proyecto
Eliminar¡No tengo nada leído a Moornock!
Eso y las inspiraciones que quieras ver en el personaje de Franky para el compi de Nuada. Wink creo que se llamaba.
ResponderEliminarOtakus... ;-/
EliminarOkamas... D:
Eliminar