El domingo vi Men in Black 3 en V.O. en el cine. ¿Era necesario revivir para la pantalla las pelis de los hombres de negro? No lo sé, salvo si la razón esgrimida a favor fuera el poner en pantalla a Tommy Lee Jones junto con Will Smith. En ese caso diría que de ninguna manera. Pocas veces he visto una actuación más desganada y apática como la de Lee Jones. Está mayor, muy mayor, y o bien le pagaron muy mal o ya no tiene chispa para actuar. Dicho esto la película tiene varios atractivos. Comparte por momentos con las otras dos películas (aunque sólo tengo en mente la primera, que es de la que más me acuerdo) el tono sarcástico y de no tomarse muy en serio. Lo malo es que la envoltura final de la trama lo dirige todo a un final lacrimógeno, que no conecta con el espíritu de la saga.
Toda buena fuga de prisión se planea a partir de una lima dentro de una tarta.
Como bien dan a entender en el trailer, la película trata de un gran salto en el tiempo. A finales de los sesenta. Imagínense el broche clímax de la película cuál será... J (Will Smith) viaja al pasado para reconducir la línea temporal presente, que ha sido modificada por Boris, un preso prófugo, asesinando a K allá por 1969 permitiendo una invasión de la Tierra por parte de su raza extraterrestre. No es el mejor lugar ni momento en la historia para una persona afroamericana, y por ahí saldrán bastantes gracias. Allí por supuesto se encuentra al K del pasado, un Josh Brolin muy serio, pero infinitamente más inspirado que Tommy Lee Jones, y tendrán que detener al alien. Will Smith, aunque con el tiempo también se está volviendo mayor (¿Quién lo iba a decir?), está en su salsa haciendo un papel que debe gustarle bastante.
K (Josh Brolin) y O (Alice Eve), en su versión del pasado.
Como nueva directora de la agencia tenemos a O, interpretada por Emma Thompson. Su alter ego del pasado es la también británica Alice Eve. Ambas la verdad es que cumplen en sus respectivos papeles. Eso sí, no hay dios que se crea la verosimilitud de la diferencia de edad entre Emma Thompson y Alice Eve y la de Tommy Lee Jones y Josh Brolin (¡que supuestamente en el film tiene 29 tacos!) al introducir un salto temporal de ¿40 años?
Seguramente el alien más achuchable de la saga.
Como highlight de la película, es curiosa la escena del viaje en el tiempo de Will Smith tirándose por el Chrysler Building, recorriendo varias épocas (¿gente tirándose del edificio en el crack del 29? JAR). Me gustó mucho la escena en el restaurante chino al principio, en la persecución de Boris. Es grandiosa en general la escena de J y K en la fiesta de Andy Warhol, con todos los modernillos de la época. Hay algunos guiños muy graciosos a Frank el Perro, que como ya no me acuerdo de MIB2 pregunto en voz alta: ¿murió en la segunda entrega? Si no fuese así, no veo justificación alguna para que no hayan traído al carlino de vuelta en esta tercera entrega. Una de las gracietas constantes de la saga era dar a entender como alienígenas a varios famosos, en plan de pseudo cameo. Tim Burton, Lady Gaga y Yao Ming entre otros cumplen perfectamente el cheque. El sentido del humor utilizado en los chascarrillos es bastante simploncete pero aún así funciona en la mayor parte de las situaciones.
Las armas futuristas de origen alienígena son marca de la casa, tanto en el presente como en el pasado.
En general las pelis de MiB no se han caracterizado nunca por unos villanos grandiosos. Están ahí, tienen alguna escena graciosa, pero no suelen ser capaces de asumir el manto de villano en condiciones. El de Vincent D'Onofrio en la primera quizás sea el más conseguido. Lara Flynn Boyle (Donna en Twin Peaks) tiene un papel más que mediocrillo en MIB2 pese a que visualmente tiene gancho. Aquí más de lo mismo: Boris, interpretado por el neozelandés Jemaine Clement (The Concord) es un villano alien "cool", pero no soporta tampoco la etiqueta de antagonista único de la trama.
Boris the Animal.
Una peli que sin saber muy bien si era necesaria para revivir una franquicia muerta (seguramente no), funciona en la medida en la que explota por un lado el tono burlón de las anteriores, y que explota las posibilidades cómicas de las paradojas temporales. Su desenlace final cambia el tono de la saga, y no estoy seguro de que sea bueno. A mí no me entusiasmó, aunque por otra parte supone un broche de cierre más completo para el filme. Por mucho que Columbia Pictures y Barry Sonnenfeld quieran seguir exprimiendo la saga, creo que ésta película debería ser el cerrojo definitivo para Men In Black.
¿Puede ser que (en medio de la curda que llevaba entre pecho y espalda) pudiera ver salir a David Beckham justo después de la imagen de Yao Ming?
ResponderEliminarEs posible, aunque yo no lo recuerdo.
ResponderEliminarLa primera tuvo su gracia, sobre todo por la época, en la que estaba un poco de moda lo de los extraterrestres y las conspiraciones. Efectivamente, fallaba el tema de los antagonistas, que nunca fueron muy allá.
ResponderEliminarAhora, la segunda, según tiene un pase para echarse la siesta una tarde, me hizo salir del cine pensando "¿por qué he gastado mi dinero en esto?", además de la sensación de que en ningún momento hubo una franquicia y que la película se había agotado en su primera parte.
De la segunda es que mis recuerdos son vagos. De la villana y poco más me acuerdo. Esta, pues se deja ver y te ríes, pero no deja de ser intrascendente. Ahora lo que está de moda en Hollywood es jugar a Jurassic Park con cadáveres de los ochenta y los noventa. Por lo menos es una tercera parte y no un remake, porque entonces sí ofendería.
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