miércoles, 23 de mayo de 2012

Reseña: My Demon Lover (1987)




"I'm a schlob. Look at me! I'm a woman of the eighties. I can do anything I wanna do. I can risk my life in a combat. I can have empty sex with strangers. The world is mine. But all I want is someone to care of. Someone to take care of me too. I am pathetic. I should be in a museum. Stuffed".

Demon Lover es hija de su época, los putos 80. Se trata de la enésima revisión de una comedia romántica en clave de La Bella y La Bestia. Tiene una trama que, despojada de cualquier elemento sobrenatural, es merecedora de ser estrujada y arrojada al contenedor más cercano sin el menor pestañeo, pero la inclusión del factor fantástico y sus bizarradas adjuntas la dota de un innegable encanto para este blog.



La chica, Denny, es una joven dulce e inocente a la que la vida le ha zurrado muchas veces con el reverso de la mano (merecido por tonta) y anda detrás de tener la oportunidad de sentar cabeza con algún chico decente. En resumen: una petarda adorable. Nuestra particular "Bestia" será Scott Valentine, actor que tenía en mente por haberle visto en Sleep with a Vampire, en la que interpretó el rol de chupasangres protagonista trabajando junto a la potentérrima Charlie Spradling. Aquí, en una vis más cómica, hará de Kaz, un humano que por medio de una maldición ha adquirido la "habilidad" de transformarse en demonio, situación que se da exclusivamente en cuanto Kaz comienza a ponerse palote. Sí, viene a ser una especie de objetor de conciencia made-in-Rouco que se activa en cada erección. Un espantapájaras. Algo muy jodido. Esta maldición vino a ser otorgada por una vieja avinagrada al más puro estilo Drag Me To Hell cuando Kaz era un niño. 


Something went terribly wrong. And hard.

He aquí el principal leit motiv de la película: las transformaciones de Kaz y el juego que dan en base a sus flirteos con Denny. Hay que decir que son de los más variopintas, al tener su alter ego demoníaco más caretas que el armario de Ethan Hunt en Misión Imposible. Debajo se incluye una pequeña recopilación a modo de ejemplo.

¡Espera, que te busco otra!

"Casualmente", mientras los dos tortolitos juegan a "Pretty Demon", un misterioso asesino en serie está asolando con sus crímenes las calles de ¿New York?, atacando a chicas jóvenes con nocturnidad y alevosía. La hermana de la mejor amiga de Denny resulta víctima de estos desmanes y Sonia (así es como se llama la amiga) se ve envuelta en una cruzada de investigación y venganza para averiguar la identidad del criminal.


En este momento es imposible no acordarse de Goliath. Ha-ha-ha.

Demonio conoce a chica, chica conoce a demonio, se besan, se hacen regalitos, se enamoran, se distancian, la mejor amiga de la chica se mete por medio, se reconcilian, chica es raptada por villano, demonio salva a chica, puntos suspensivos. *Cof, cof*.

Definición gráfica de estar enamorado: "Comer helados, hacer el payaso en el parque e hinchar globos".


En cuanto a esos aditivos que dan sabor e interés a este tipo de producciones ochenteras de mala muerte pues hay que decir que la peli carece de cualquier tipo de gore o desnudos, lamentable especialmente esto último porque Gina Gallego, la actriz que interpreta a la amiga de Denny, quiere dejar entrever a lo largo del metraje un buen "par de razones". Otra vez será. Esto está filmado para el consumo en un ámbito estrictamente familiar. Espera, pues quizás tampoco. ¡Yo que sé!

Sonia. Ríete tú de las estacas de Buffy.

En resumen, una primera hora de película muy muy cheesy, tontorrona y ligerita, que se centra en la incipiente relación de Kaz y Denny y plagada de canciones ñoñas de new wave y pop que aderezan los momentos más "romanticosos", y un último tercio de película más de despiporre, con más acción y una buena dosis de esos efectos especiales vintage que tanto nos gustan en Vermin in the Attic.


"Podeeeer ilimitaaaadooo".


Combina sabiamente en sus justas proporciones sensiblería, comedia y bizarrismo y logra entretener, gracias entre otras cosas a no llegar a la fatídica hora y media de metraje, a partir del cual las producciones de serie B con pocos medios comienzan normalmente a volverse tostoncias de forma irremisible. Interesante. Pero no para cualquiera, por supuesto.

PD: Nota mental -> Mientras buscaba una imagen adecuada para Goliath en google, he podido descubrir cómo de salidos están los seguidores de Gargoyles. Oh. Dior. Mío.


Puntuación:

Fichas de la película:

5 comentarios:

  1. El "vuelo del cóndor" del final de la película se merecería un gif.

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  2. Es que se ve muy mal, es pequeñito y sólo sale de cerca un momento. Al margen claro del primer plano donde el hecho de que esté volando es más bien como que poco evidente. Pero ya veré, lo mismo edito a posteriori y lo incluyo. ^^

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    1. Las cosas que me pierdo por tener el filtro SafeSearch de google imágenes activado. Mmmm, nunca pensé que pudiera haber tanto slash de la serie de Gárgolas. :-/

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  3. Esta la conozco de haberla visto en alguna madrugada de antena3, hace 15 años mínimo. Era bastante chorras pero, eh, salían bichos. Además, en la época en la que la vi los ochenta estaban lo suficientemente cerca como para que no desentonara mucho.

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    1. Chorras al cubo, pero es parte de su encanto. La verdad es que para el tonillo de sainete amoroso que desprende hay cierta cantidad de monstruitos repulsivos y desagradables a la vista y al tacto como para no entusiasmar en demasía al público más tradicional de estas pasteladas. Porque como peli de monstruos a pelo tampoco se sostiene con tanto chicle flotando.

      De todas formas los ochenta nunca pasarán de moda, y si lo hacen ya vendremos en Vermin in the Attic a bombardearos inmisericordemente con reseñas de mierducas como esta. Pa' que no olvidéis.

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